J.D. Vance juró este lunes como vicepresidente de Estados Unidos, consolidando su ascenso dentro del Partido Republicano tras una transformación política notable. De ser un crítico acérrimo de Trump en 2016, pasó a convertirse en uno de sus aliados más leales.
De opositor a defensor de Trump
Vance, de 40 años, nació en Middletown, Ohio, y es un veterano militar, inversionista de capital de riesgo y autor del libro Hillbilly Elegy, un best-seller que retrata las dificultades de la clase trabajadora blanca en EE.UU. En 2022, fue elegido senador por Ohio con el respaldo de Trump, quien lo apoyó en unas primarias republicanas muy disputadas.
Sin embargo, hace apenas unos años, Vance era una figura destacada del movimiento Never Trump (Nunca Trump). En 2016, llegó a cuestionar si Trump era el “Hitler de Estados Unidos” y expresó públicamente su aversión al expresidente. Incluso consideró votar por la demócrata Hillary Clinton o por el candidato independiente Evan McMullin.
El giro político y su cercanía con la agenda MAGA
Con el tiempo, Vance cambió su postura y abrazó completamente el movimiento Make America Great Again (MAGA). Durante su mandato en el Senado, se alineó con las políticas de Trump, oponiéndose, por ejemplo, a la ayuda militar a Ucrania en 2024. Su transformación le valió la simpatía del ala derecha republicana, incluidos Donald Trump Jr. y otros aliados cercanos del expresidente.
Además, Vance trajo a la campaña de Trump un elemento poco común dentro del MAGA: sus vínculos con Silicon Valley. Aunque el mundo tecnológico tiende a inclinarse hacia la política liberal, su experiencia en el sector lo ha convertido en un actor clave en el equipo de Trump.
Lealtad absoluta a Trump
Uno de los momentos más simbólicos de su lealtad ocurrió en 2024, cuando Vance acompañó a Trump en el tribunal de Nueva York durante su juicio penal. Además, ha mostrado una visión distinta sobre el papel del vicepresidente en la certificación de los resultados electorales, sugiriendo que podría haber actuado de manera diferente a Mike Pence en 2021.
Con su juramentación como vicepresidente, Vance se convierte en una de las figuras más influyentes del gobierno de Trump, representando la evolución de un crítico feroz a un defensor incondicional del expresidente.